El Afilador: muebles reciclados con color, humor y mucho estilo

El Afilador es una original tienda de restauración de muebles en Lavapiés que parte de la premisa de que cada pieza es única y puede tener varias vidas. Recogidas de contenedores, de casas en venta o regaladas por vecinos del barrio, El Afilador hace renacer sillas, cómodas, mesillas o estanterías y les dota de una nueva historia, nuevos colores y más días de vida. Con partida de renacimiento y todo.

Los dueños de El Afilador, Cristina Domínguez y Antonio F. Cruces, también se reciclaron para montar este pequeño taller en Lavapiés. Antonio se dedicaba al comercio exterior. Cristina tiene formación de comunicación audiovisual aunque también es actriz. Antonio decidió cambiar, darse otra oportunidad y arrastró a Cristina, que no ha abandonado lo suyo pero que es la responsable de los originales y más llamativos cambios de look de las piezas de la tienda. O ese mérito le da Antonio mientras que Cristina cree que su formación le da visión.

Consolas turquesas, sillas rojas con llamativos estampados, lámparas de todos los tamaños, colores suaves y complementos vintage pueblan la estancia. Cada mueble «es único, es exclusivo», ninguno se parece y por eso, El Afilador le dota de una nueva historia. Rescatan objetos antiguos y piensan en dónde han podido estar, qué han podido ver y vivir y redactan su partida de renacimiento para que su nuevo propietario pueda disfrutar también de esa antigua vida soñada.

Los precios no son exclusivos, por otro lado. El Afilador no cobra por la pieza, dado que es recogida, sino que sólo carga en el coste los materiales de restauración y las horas de trabajo. Así, hay objetos desde 20 euros y sillas por 60€ o mesillas por 90€. Porque reivindican que también los que viven de alquiler, comparten casa o están con sus padres pueden tener buenas piezas originales, exclusivos y reciclados.

Los chicos de El Afilador no sólo reparan sus artículos para la venta sino que trabajan mucho de encargo, para dar otra oportunidad a muebles heredados o para mantener joyas familiares. También se han encargado de la decoración del restaurante gaditano Lambuzo de la calle Ponzano o del restaurante valenciano Al Paladar. Porque un afilador se encarga de sacar filo, de renovar cuchillos y enseres domésticos. El Afilador saca brillo a los muebles más bellos que se encuentran en un contenedor.

¿Tenéis en casa muebles reciclados? ¿Alguna vez habéis recogido algo de un contenedor? ¡Cuéntamelo!

Los datos: El Afilador. Calle Jesús y María, 28.