
Yo no quiero ir a restaurantes de niños
Yo no soy ni foodie ni gourmet. Si acaso, las sesiones blogueras me han afilado un poco el pico pero en general, no tengo problemas con la comida. Voy a cualquier parte sin problema pero he de reconocer que me gusta comer bien, de calidad. Cuando doy con un sitio bueno, lo proclamo a los cuatro vientos (ya lo sabeis) y me encanta cuando además puedo compartir esos ratos con mis hijos. Y por eso, no quiero ir a restaurantes de niños. No quiero.
No quiero ir sólo a ghettos familiares con aparcaniños en los que a los pobres les endilgan unos macarrones insípidos o unos fritos congelados como menú infantil. Porque en la mayor parte de los casos, la escasa preocupación por los alimentos para niños denota la misma ínfima dedicación en los platos de los mayores. Porque además te cobran un congo por tener a los enanos al cuidado de una monitora que estaría más contenta en otra parte y en una sala por la que parece que ha pasado una tormenta nuclear. Pero, ¡ojo! me alegro de que existan porque a veces es necesario un refugio en el que la sobremesa con tus congéneres adultos no sea un ir y venir de conversaciones inacabadas. Y eso vale más que cualquier menú gourmet. Es verdad, por salud mental, hace falta que existan chiquiparques pero incluso ahí, las cosas pueden y deben cambiar.
Lo que yo quiero es que en un restaurante normal no me pongan mala cara si llevo a mis hijos (os juro que están tan bien educados como la madre) y que, vaya a donde vaya, pueda elegir para ellos algo sano y saludable, que no comprometa sus arterias del futuro. Quiero que, tú, restaurador, les trates con la misma dignidad que nos tratas a los que llevamos la pasta en el bolsillo porque ellos son tus clientes del mañana. Y lo sabes.
Por estas y otras razones, participo este año en la redacción de la tercera Guía Mammaproof de Madrid, cuyo objetivo es Revolucionar el Menú Infantil. Su manifiesto #FoodieKids (que ya puedes firmar) tiene el objetivo de «generar alternativas al obsoleto menú infantil» porque hay vida más allá de los nuggets de pollo, os lo prometo.
Y no lo digo yo, lo dice un estudio de Eroski Consumer, que afirma que los menús infantiles tienen «poca variedad y baja calidad dietética. Un 93% no incluye legumbres en sus opciones, un 78% tampoco verdura y un 56% ni siquiera pescado».
Oye, que no pedimos maravillas. Que basta con que sea un plato equilibrado, de productos frescos, de temporada y no precocinados ni fritos varios. Vamos, lo que le agrada comer a un adulto pero en porción infantil, para no tirar comida. De beber, agua, que no gasta y de postre, a ser posible, fruta.
Por eso, me he unido a otras 10 blogueras estupendas que, bajo la gabardina amarilla de Mammaproof, estamos buscando esos sitios que quieran cambiar un poco las cosas. Como la estupenda Martina de Martina Cocina, las intrépidas Aida y Paula de Caravana Street Food o el atento Davide de Laboratorio, por poner tres ejemplos de tres de las crónicas que voy a escribir y que, como veis, no tienen nada que ver con un chiquiparque. Sólo son gente sensible comprometida con la alimentación saludable para todos los públicos, que estarán incluidos en la guía Mammaproof #FoodieKids, que se editará antes del verano.
Si tienes un restaurante y quieres participar, por favor, no dudes en ponerte en contacto con nosotras. Me mandas un mail, me dejas un comentario aquí, en Facebook, twitter o por tierra, mar o aire, porque no dudes que te estamos buscando y te vamos a tratar bien. Y no lo dudes, FIRMA EL MANIFIESTO. Una acción tan pequeña puede producir resultados asombrosos.
Y tu, si, tú. La que se ríe porque tropiezo con el carro mientras trato de sortear las sillas del restaurante y me deshago en disculpas. La que me mira con cara de compasión porque mi hijo se niega a comerse sus sanjacobos congelados por dentro o el que me pone nariz-de-mal-huele porque escucha la sintonía de Peppa Pig mientras se toma el postre. Tú firma también. Porque hoy te dejo que me perdones la vida pero mañana, tus cuitas pueden ser las mismas y, si llega el caso, piensa que te estoy allanando el camino. Firma, no te cortes, y así no te verás obligado ni obligada a rebañar platos de pizza acartonada los fines de semana. Me lo vas a agradecer.
¡Ah! y PD: La mala educación NO NOS GUSTA A NADIE, pero no es patrimonio exclusivo de los niños.
13 sitios donde comer por el centro de Madrid (Sol-Plaza Mayor) - Me Gusta mi Barrio
08/01/2017 at 20:03[…] a esto. Aquí tiro de experiencia propia y de amigas porque no se si recordaréis que hace un año, colaboré en la redacción de la Guía Mammaproof #FoodieKids. De las recomendaciones de mis compañeras, destaco La Excéntrica, “muy cerca de la plaza de […]
paula sd
17/02/2015 at 22:25oleeeee. Mis hijos adoran las pizzas e ir al mcdonalds pero porque es algo especial. Cualquier sitio donde les sirvan una buena carne les gusta mucho más. …¿será porque a mi la carne no me apasiona? Deseando que se publiquen esas recomendaciones. besos
Noemi
18/02/2015 at 23:20Una cosa no quita la otra. Lo que hay que reclamar es que haya opciones. Que yo me muero por una buena pizza y las Big Mac es uno de mis placeres culpables pero cuando vas a esos sitios, sabes a lo que vas. Y tan ricamente…
Lo bueno es que los niños coman de todo y que no les den cosas chungas sólo porque sean niños.
Gracias por pasarte y comentar!!
Un besazo, bonita!
Sandra (So Sunny)
17/02/2015 at 18:01Muy buena idea!! Si encuentro alguno ya te aviso!
Noemi
18/02/2015 at 23:20¡Dale! ¡Te espero!!
¡Gracias por pasarte y comentar!!
Marta Chincha Rabincha
17/02/2015 at 15:04A mi es que los sitios donde el menú infantil son o macarrones o pollo empanado pues como que no, prefiero pedirle a mi hija un plato fuera del menú y que coma bien, he decir que de hecho es lo que solemos hacer , no solemos pedirle el menú infantil salvo en los sitios en los que podíamos elegir entre otro tipo de platos, que son pocos pero los hay. Así que he firmado el manifiesto para apoyar esta iniciativa que me parece muy importante e interesante.
Noemi
18/02/2015 at 23:22Muchas gracias, maja. Yo no voy a sitios de menú infantil casi nunca pero he de reconocer que, para que mis hijos coman bien, casi siempre pedimos raciones y todo para compartir. Así podemos pedir cosas diferentes y siempre unas croquetas para que no sea un salto sin red. A veces nos las colocan de las congeladas pero no se puede tener todo. A cambio, el otro día se comieron unas gyozas de pollo estupendas.
¡Un besazo y gracias por comentar!
Sonia Delgado
17/02/2015 at 14:10Yo ya firmé. Imagina si además de algo sano buscas que no lleve leche para mi hija alérgica… Eso ya es misión imposible
Noemi
18/02/2015 at 23:23Uffff, no lo quiero ni pensar. Menos mal que poco a poco hay más concienciación con las intolerancias y las alergias pero es verdad que es un camino muy muy difícil
¡Ánimo!¡Gracias por pasarte y comentar!
misscroquemadame
17/02/2015 at 11:31Esto es necesario y urgente. Lo llevo diciendo años y los restauradores parece que no se enteran. Me encanta esta iniciativa. Rauda y veloz me voy a firmar!
Noemi
17/02/2015 at 11:33¡Gracias!! Es importante tener apoyos por todas partes
Un abrazo!
Confeti en los bolsillos
17/02/2015 at 10:35Pienso como tú. Mi peque tiene un paladar exquisito desde pequeño y odia (al igual que yo) esos menús para «niños» que sólo tienen macarrones y pollo empanado, mientras yo me como un buen plato de comida de verdad. Reclamemos el derecho a ir a restaurantes que tengan trato con los niños que son niños pero no tontos.
Noemi
17/02/2015 at 11:22Tu hijo es un pico fino educado por una madre que no tiene un pelo de tonta. Espero que hayas firmado!! Y comparte, si puedes!!
sarablancos
17/02/2015 at 09:24Pues me uno ha esta reivindicación, lo primero he firmado y lo segundo animándoos a seguir con este proyecto a mi tampoco me gustan los restaurantes de niños, prefiero esos sitios «gremblifriendly» como decía una famosa bloguera que tu y yo conocemos que un sitio donde aparcar al niño y que coma como el «culete», me hubiera encantado participar, si puedo ayudar en algo me lo decís preciosa.
Noemi
17/02/2015 at 11:23Pues sí, maja, es que no se dan cuenta de que si los niños aprenden a comer bien hoy, serán mejores clientes mañana. Ellos y sus padres.
Un besazo!!