Tartan Roof en Azotea del Círculo: cena en el cielo

A día de hoy, no conozco vista más impresionante de Madrid que la de la Azotea del Círculo de Bellas Artes. Tiene una espléndida ubicación en el justo centro de Madrid y su terraza abarca casi 360 grados. Se ve la sierra de Madrid, las Cuatro Torres, Torres Blancas, en fin, todo… Antes, se veía la ciudad y se escuchaba jazz (si coincidía que había concierto) Ahora se puede disfrutar de tan inconmensurable vista y de Tartan Roof, un restaurante efímero obra del chef Javier Muñoz Calero, cuya carta incrementa el placer de la visión en varios puntos. Definitivamente, LA TERRAZA del verano es Azotea del Círculo, con su restaurante Tartan Roof.

Por segundo año, «la séptima planta del centro cultural será un espacio abierto al público desde la hora del desayuno hasta las tres de la mañana», cuentan sus responsables. La oferta gastronómica la aporta el restaurante Tartan Roof, proyecto del chef Javier Muñoz Calero, el responsable de Muñoca, Perrito Faldero y el ya extinto Tartan. Lo llaman «restaurante estacional» o «seasonal pop up restaurant» porque cambiará con la estación del año.

La carta de 2014 es más corta que la del año pasado pero muy elaborada. Inspirada casi en su totalidad en el continente asiático y Sudamérica, cuenta con platos como la Tempura húmeda de cangrejo de concha blanda, kimuchi y polvo de alga nori, el Jugo frío de Coco y collage de hierbas o Bossän de costilla de ternera, konquat y estragón, kimuchi con manzana, salsa de chiles y hojas de lechuga romana. La decoración varía poco respecto del año pasado, con mayor presencia de la madera y los cojines con cuadros escoceses. La carta de vinos, en contraposición, está seleccionada en bodegas nacionales por el experto Alberto Fernández Bombín.

Estrenan también coctelería, disponible desde el mediodía hasta el cierre e inspirada en la escultura de Minerva que preside la terraza. Todos los cócteles tienen nombres de dioses romanos. Por ejemplo Zeus, el dios supremo, da nombre al rey de los cócteles, el mojito; o la propia Minerva a una caipiriña mutada con frutas del bosque. Junto con la zona de restaurante, la Azotea cuenta con dos ambientes más: unas mesas y sillas elevadas ideales para picotear algo y una zona de camas chill out para esa copa reposada o uno de estos cocteles.

La Azotea abre este año un nuevo tipo de actividades. A sus ya clásicos conciertos de jazz o Las Noches Bárbaras, se les añaden ahora las fiestas silenciosas y el roof cinema. Tal y como explican desde la organización sobre las fiestas, «un sistema de cascos inalámbricos permitirá escuchar y bailar  la música de los DJ’s invitados cada noche sin molestar a los vecinos de la zona centro». El mismo sistema de escucha permitirá instalar un cine de verano en mitad de la azotea para disfrutar de una programación basada en ciclos de grandes clásicos del cine, obras maestras provenientes de la filmoteca del CBA.

La decoración de la Azotea corre a cargo del estudio Cuarto Interior. Lo fundamental a la hora de elegir los elementos ha sido «enfocarlo hacia la ciudad». De este modo, «todo el mobiliario de aire vintage e industrial, está dispuesto para que el visitante nunca de la espalda a las vistas», afirman. Amantes de las sillas Tolix, aquí encontraréis un buen puñado de objetos de diseño. 

Os dejo nuestra experiencia del año pasado, para que la tengáis en cuenta. En cuanto volvamos, que volveremos, edito.

«Nosotros ya hemos probado Tartan Roof y la experiencia ha sido bastante impresionante. Os avanzo que ElChiquitoEste tiene el pico muy fino y le costó mucho elegir platos. Si fuera por él, lo hubiéramos pedido todo. Nos gustó mucho la propuesta culinaria, la mezcla de sabores que proponen y la idea de que no hay primeros y segundos. Todo está pensado como medias raciones para compartir. No son grandes cantidades, son ajustadas pero con dos elecciones cada uno (cuatro platos en total) terminamos bastante conformes. Completamos con un postre a compartir. En cuanto al precio, todos los platos cuestan más de 10 euros y menos de 20, con lo que sale entre 30-40 euros por persona (al final modula mucho si pides vino. Nosotros tomamos cervecitas fresquitas)

Nuestra elección: Coca de Stilton, gorgonzola, mozzarela, escamorza, higos secos, cebolla morada y nueces; duo de tartares de atún y salmón; brocheta de panceta a baja temperatura, anguila, huevas de tobiko y copos de atún; tacos fríos de aguacate, langostinos, chile rojo, mango con brunoise de tomate, cebolla morada y cilantro. El que menos nos gustó fue la brocheta, dentro de que era muy original, quizá porque la mezcla no nos acababa de cuadrar. Los tacos tuvieron mucho éxito, fresquitos, originales. Los tartares estaban muy buenos, más sabroso el atún que el salmón y la coca me gustó mucho personalmente. Soy muy quesera y la mezcla con los higos y las nueces, mmmm… 

Las pegas: el problema de ir a un restaurante que acaban de abrir es que le falta rodaje. Los camareros estuvieron estupendos, muy amables, con todo el tiempo del mundo para explicaciones. Pero falló la luz, se ralentizó todo el servicio un poco y no pudimos tomar café porque saltaban los plomos con la cafetera. Pega número 2: está solicitadísimo y la única manera de reservar es en el teléfono, que parece que no lo cogen cuando en realidad está comunicando. Y a mediodía, goza de poca sombra. Eso sí, espero repetir y poder editar este punto. ¿Qué os parece?»

Los datos: Azotea del Círculo. Calle Marqués de Casa Riera, 2. Reservas: escribest un email a reservas@azoteadelcirculo.com y te confirmarán al día siguiente la reserva Nos avisa el chef que el email no existe. Sólo el Tel: 672.557.171. Desayunos, comidas y meriendas, a partir de las 8h. Dos turnos de cenas: a las 21 y a las 23h. Copas hasta las 3h. ¡Ojo! Precio para subir a la azotea: 3€ (pero con la reserva de comida o cena no se paga entrada).

Si quieres ver más fotos de nuestra experiencia en Tartan Roof, encuéntralas aquí.

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