Le Bec Fin: cajita de caprichos dulces para golosos gourmet
Le Bec Fin es una pastelería de autor en el Barrio de Salamanca pero es casi más un joyero repleto de delicados caprichos dulces. Cada tarta, cada hojaldre, cada croissant o bizcocho tiene una receta personal, una presentación detallada y un sabor impresionante. No es una pastelería tradicional, es el rincón al que peregrinan los picos finos más golosos de Madrid en busca de su joya para conquistar por el estómago. Tan bonitas que da pena comérselas pero tan deliciosas que el pecado es no hacerlo.
Desde la puerta, ya se aprecia que Le Bec Fin no es una pastelería al uso. La iluminación del escaparate, los espejos, los mostradores en mármol recuerdan más a una joyería que a un panadería. Y sin embargo, el dulce olor que sube del obrador no engaña a nadie. Estamos aquí para pecar. «Le Bec Fin significa El Pico Fino, alguien que tiene un paladar muy especial. Esta no es una pastelería al uso, ofrecemos bollería de autor, refinada y gourmet, para sorprender y conquistar«, me explica Maite Liñero, una de las propietarias. Pero no es ella la responsable de esta búsqueda de la excelencia repostera sino su madre, Mercedes Liñero, la que ha dado forma a Le Bec Fin y se encarga, día a día, de sus principales creaciones.
«Es su capricho de arriba a abajo», reconoce Maite con una sonrisa, mientras mira a su madre de reojo colocar croissants en las cestas. Mercedes nació en Orense pero ha vivido toda la vida en México, donde su familia tenía una red de más de 50 panaderías. «Yo era una consentida para comer», asume Mercedes como inicio de esta historia dulcera. Una de las bases de su alimentación era el chocolate caliente a la taza y uno de sus entretenimientos, trastear en la cocina a inventarse dulces y bizcochos. «Así, nació el bizcocho marmoleado, entre otras recetas», explica la repostera. Su padre luego la llevaba a las panaderías para que visitara y aprendiera. De mayor, en México, montó un restaurante y ahí se dio cuenta de verdad que su pasión es la repostería.
Hace ocho años, Mercedes y sus dos hijas, Maite y María, vinieron a Madrid y cada una desarrolló su carrera profesional. Mercedes se formó en repostería en algunas de las mejores escuelas francesas como son el Bellouet Conseil o Lenôtre de Paris y un buen día, el local de la calle Claudio Coello se cruzó en su camino. «Es pequeño pero tenemos obrador propio abajo», cuentan. Así, desde las primeras horas del día, el horno comienza a sacar croissants, pain au chocolat con mantequilla francesa (excepcional el crujido), pastas, galletas, tartas o bizcochos. Las recetas las diseña Mercedes y cuenta con la pericia de sus reposteros, formados a las órdenes de Alain Ducasse o Rodrigo de la Calle, para darle el toque definitivo a sus pensamientos dulceros. «Nuestros pasteles se basan en la repostería tradicional pero con un toque de modernidad en la presentación, por ejemplo o en las texturas», explica Maite. Una de las especialidades del local, por ejemplo, es la Cheesecake, que se presenta «dada la vuelta» o La Pera, una tarta de compota de pera y mousse de chocolate blanco que es espectacular para verla y para comerla.
Las recetas se basan mucho en ingredientes de temporada y en los viajes que haga la familia por el mundo. En un largo periplo por Asia, crearon las galletas de yuzu y añadieron el lichi a sus creaciones, para tener algo de fruta y de frescor durante los meses de invierno, en donde optan más por los chocolates y frutos secos para las tartas. El tiramisú elaborado con mascarpone casero también está entre los más elegidos por los clientes habituales de Le Bec Fin. Las pastas cuentan con más de 10 variedades en las que destacan opciones saladas como la de queso roquefort y la de aceitunas o dulces como las cookies, las lenguas de gato o el matrimonio de almendra. Es indispensable llevarse una cajita de galletas capuchinas para acompañar a un café, porque son deliciosas. Por cierto, que aunque el local es chiquitín, tienen un buen café de especialidad para acompañar cualquiera de las opciones de bollería a diario.
Si hay una cosa que he aprendido de mi vida a dieta es que, puestos a saltarla, mejor con algo que realmente compense. Como un bizcocho de Le Bec Fin. O unas galletas. O… Yo no puedo elegir. Os toca decidiros y contármelo en los comentarios.
Los datos. Le Bec Fin. C/Claudio Coello 58. 911 63 74 68. Horario: L-V 8:00 a 20:30 S 10:30 a 20:30 D 10:30 a 14:30. Más información en su web
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