NuBel, creatividad gastronómica en el Museo Reina Sofía
El Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía tiene una nueva razón para visitarlo. El restaurante NuBel se suma a la oferta gastronómica ya enriquecida por los Arzabal y su preciosa terraza con una propuesta moderna, innovadora y destinada a acoger a todos los públicos y nacionalidades en un espacio cálido y acogedor. Sin perder el foco en la tradición gastronómica española, la carta resalta el producto de alta calidad como mejor embajador de la dieta española. Y los eventos contribuyen a crear un ambiente inigualable.
El restaurante se ubica en la ampliación del museo diseñada por Jean Nouvel (de ahí, el nombre), espacio que ha tenido distintos usos gastronómicos desde que se inauguró en 2005. El grupo Azotea, seleccionado por concurso para su gestión, se encarga ahora de crear esta «propuesta gastrocultural», que combinará una cocina abierta todo el día con eventos gastronómicos, música en directo, DJ set y más iniciativas de corte internacional.
«Madrid es un referente a nivel museístico y necesitaba un espacio a la par en cuanto a gastronomía en sus museos, que estuviera al nivel de los espacios artísticos», detallan desde el grupo Azotea. Para ellos, «el espacio es una maravilla y un reto y atrae a un público internacional muy interesante», explican. No son unos desconocidos en Madrid, puesto que son los responsables del exitoso Tartan Roof, en el Círculo de Bellas Artes, de Azotea Forus en el Mercado de Barceló o de la efímera terraza El Andén, en Príncipe Pío. 
La idea de Nouvel al diseñar la ampliación fue una planta calle abierta como una plaza pública, un espacio ciudadano para la ciudad. El proyecto arquitectónico de NuBel, a cargo del estudio More-co, respeta este diálogo abierto con la ciudadanía y con la gran cúpula roja, generando un amplio espacio, muy cálido pero moderno y elegante. Las formas circulares dominan el establecimiento, tanto en la barra como en las mesas, alfombras, pufs y cojines para compartir, conversar y mantener esa idea de plaza. 
La carta varía con las horas porque la cocina abre desde las 9 de la mañana a las 02:3o am. Bajo la batuta y creatividad del chef Javier Muñoz Calero, el espacio abre con desayunos internacionales para dar paso a mediodía a una carta de bistró muy dinámica, muy ágil en la que hacen furor las hamburguesas y los tacos. 
Por las noche, es el turno de la elegancia, con una carta «mucho más sofisticada, con mucha creatividad, basada en la pureza del ingrediente pero resaltando el sabor de la materia prima de una manera muy original y creativa. Las presentaciones son un guiño a la pinacoteca, siempre eso sí desde el respeto y el sentido del humor», explican desde Azotea. Tradición y modernidad se dan la mano en la carta de Muñoz Calero, como en las salas de la pinacoteca, sin perder de vista la materia primay la creatividad. Triunfan la corvina, naranja, zanahoria, cardamomo y la pluma ibérica, albaricoque, hoja de regaliz, guisante. Pero también ofrecen vermús con conciertos en directo, catas de vino y queso con jazz o un seleccionado conjuntos de DJs para dar ambiente a las noches. 
Un espacio casi mágico en el que desaparecer del mundo, después de que el silencio ensordecedor del museo haya vaciado tu cabeza del ruido diario. Un escondite en el que disfrutar de una cena íntima o un lugar para saborear los buenos ratos de la vida. Nubel merece un momento especial.
Confeti en los bolsillos
04/11/2016 at 10:34Habrá que ir y descubrirlo, no? La verdad que el espacio es maravilloso así que si le acompaña la comida…
Noemi
05/11/2016 at 15:03Es precioso, acogedor y la comida está muy bien. Yo creo que en conjunto te va a gustar mucho mucho