Las mejores heladerías de Madrid para refrescar la ciudad

Las mejores heladerías de Madrid para refrescar la ciudad

Me chiflan los helados y sufro porque no puedo comerlos todos los días. Sobre todo, cuando Madrid tiene la mala costumbre de innovar día tras día en un negocio tan clásico como el helado y os reconozco que me los comería todos. Me quedan bastantes por probar pero este verano lo voy a conseguir. De momento, aquí os dejo mis recomendaciones y las que me han hecho otros lectores como vosotros. Aquí os dejo las mejores heladerías de Madrid según los lectores de MGMB. ¡Que lo disfrutéis! (Y por supuesto, tenéis los comentarios abiertos para dejarme muchas más recomendaciones. Yo seguiré probando y os lo contaré.

• Bico de Xeado: Besos helados. En tarrina o en cucurucho, hasta 20 sabores de besos, de frescos bicos gallegos realizados con una leche única. La heladería Bico de Xeado abre sus mostradores de madera en Madrid, en la calle Luchana, desde la granja gallega O’Cancelo. En ellos, llegan unos helados cremosos, realizados con leche de verdad e ingredientes naturales y frescos. Helados de granja, como descripción de una elaboración de origen de alta calidad y totalmente artesana. Deliciosos y muy ligeros. Bico de Xeado. Calle Luchana, 3. Horario: todos los días, de 12 a 22 menos los viernes, hasta las 01:30. Precio: 3,2 euros el tamaño pequeño; 4,2 euros el tamaño grande. Más información en su web.
• Tulup: Paletas. En Tulup, el pequeño y colorido despacho de helados de Lavapiés, se venden paletas. Que no polos. Paletas mexicanas hechas de fruta fresca de temporada, base láctea, ingredientes de calidad y realización artesana son las claves de la nueva concepción de un dulce tan simple a un helado delicioso. Y un chute de frescura sana tremendamente necesario. Bajo el auspicio de una frase de Frida Kahlo que domina el establecimiento, despachan paletas de chocolate mexicano; de piña, mango y chile; naranja con jengibre; dulce de leche con anacardos; chocolate blanco con frambuesas; jamaica con fresas; tarta de queso o cajeta mexicana… Estos son solo ejemplos porque cada día cambian los sabores. Calle Embajadores, 6. Precio: 2,4€ cada paleta menos las del día, que son 2€. Zumos, según variedad. Horario: de martes a jueves, de 14 a 22h. Viernes y sábado, de 12 a 00h y domingos, de 12 a 22h. Sígueles la pista en Facebook.
• La Pecera: La Pecera es un pequeño mundo mágico submarino en Malasaña en el que los helados tienen cucurucho de pez y topping de algodón de azúcar, de nube tostada, de palmera o brownie. Vienen rellenos de helado soft, una clase de dulce menos frío y más cremoso donde los sabores se aprecian de manera más inmediata y potente que en los helados tradicionales, que hay que paladear despacio para que se derritan un poco. Es un tipo de helado más difícil de encontrar en Madrid si no quieres comerte uno de las grandes cadenas de hamburguesas americanas. Sobre ellas, a modo de muestrario, aprecias los taiyakis, los bollitos con forma de pez que se sirven rellenos de dulce o como cono de helado. La Pecera. Calle Velarde, 2. Horario: de 14:30 a 22:30. Precio: taiyaki helado, 3,5 euros sin topping y 4,5€ con topping. Cakes desde 3€. Más información en su Facebook
• Creamies: Una de las cumbres de la gula heladera es meter este frío dulce entre ricas galletas. Un apetecible sándwich veraniego al que Creamies, en Malasaña, le da una nueva y golosa vuelta de tuerca. En Creamies, todos los helados se consumen como sándwich pero puedes elegir si emparedar tu postre entre cookies grandes o entre donuts. Un donuts relleno de helado me parece el pecado más grande del que podemos disfrutar. Bueno, solo superado si el donuts es de Oreo. Y no tienen agujero, no temas, no te chorrearás encima el helado.Calle Corredera Alta de San Pablo, 30. Precios: entre 3,5€ y 5,2€. Horario: todos los días de 14h a 00h. Más información en su Facebook
• Lolo Polos: esta heladería llena de color Malasaña en verano y en invierno. Sus lolos, que no polos, son pura fruta congelada. Recetas caseras con productos de temporada, yogur, leche, especias, poco azúcar y menos agua, sólo la justa para que algunos zumos espesos congelen. Y entonces, le das un lametón a uno y te das cuenta de que no sabe a polo. Sabe a sandía con pepino. Sabe a lolo. Sandía con pepino, melón con pimiento, mango con yogur y cardamomo, fresas con plátano, picotas, nectarinas y muchas más originales recetas (como los pink mojitos) que inventan según el día, la fruta que haya de temporada y el sentir de sus dueños. Los datos: Lolo Polos. Calle Espíritu Santo, 15. Precio: 2,95€ por polo. 
• La Gelatería de Angelo: esta heladería es una pasada. La mejor del barrio y una de las mejores de Madrid sin duda. Y no es nada conocida, entre otras cosas porque tenías que ser de Arganzuela para saber dónde estaba, en un local chiquitajo detrás de unos setos enfrente del parque, en el Paseo de Yeserías. Sólo te demostraban su presencia las colas en la puerta. A día de hoy, han cambiado dos cosas: el parque pertenece ahora a Madrid Río y está mucho más transitado y ellos se han mudado a la esquina contraria, a un local más grande con cafetería, en el que amplían la oferta y el horario. Antes sólo abrían en verano. Ahora, abren todo el año con muchas más especialidades. Unos 25 sabores diferentes, toppings, pastelería y bollería… La straciattella está de escándalo. Paseo de Yeserías, 41. Detalles y fotos aquí.
• Mistura: he tardado en ir a Mistura pero se ha ganado un hueco entre mis favoritos por derecho propio. Su habilidad para masajear los helados y las mezclas sobre una plancha de granito a menos de 20 grados es lo que deja a propios y extraños con la boca abierta. La textura y el sabor que consiguen gracias a esta técnica son inigualables. Uno o varios sabores, toppings, fruta, frutos secos, unos pases expertos y tienes tu helado perfecto. Sabores de siempre y otros originales, productos hechos a mano, artesanales, reciclaje, y una cuidada decoración de Madrid in Love. Me chiflan sus tres ubicaciones, tanto la de la calle Augusto Figueroa, 5 como la escondida dentro de la tienda New Balance en Gran Vía o la de la calle Ciudad Rodrigo, bajo los pórticos de la Plaza Mayor pero esta segunda tiene terraza y acogedor salón para tomar los helados. 
• Sienna: tradición en sabores, en estética, en presentación sin olvidar que lo fundamental es un sabor delicioso. Esta heladería personalmente me encanta, los helados están muy buenos y me hace gracia seguir viendo sabores ya un poco viejunos rollo tuttifrutti, sambayón, ferrero rocher… Si es que hay que seguir comiéndolos, hombre, bien ricos que están. Más detalles. Calle Narváez, 62.
• Sani Sapori: materias primas de origen biológico, artesanales, de alta calidad. Preparaciones artesanales que llegan hasta el cucurucho y mucha fruta fresca para un montón de sabores originales. Las exposiciones son lujuriosas, unos espectaculares montículos de colores que no dejan indiferente y despiertan la salivación. Además de ganarse sus recomendaciones en Facebook, son uno de los favoritos de mi italiana de referencia, habitante de Lavapiés hasta hace nada. Tenéis muchos detalles en la web pero echad un ojo a los productos y decidme si no salís corriendo a comer. Calle Lavapiés, 31.
• Fredo Fredo: otro clasicazo del que me enamoré hace 20 años, la primera vez que saboreé una de sus especialidades del local de Padre Damián. Me pilla un poco a trasmano y por eso no frecuento tanto como me gustaría sus tarrinas de limoncello, de arándanos, de manzana verde o sus múltiples variedades chocolateras. Aunque ahora hay varias ubicaciones, dos de ellas en la calle Mayor, si pasáis junto al Bernabéu, es parada obligatoria. Aquí tenéis todos los locales.
• Da Roma: helado de pistacho, de sandía, de avellana y chocolate negro… Esta heladería de Chueca lleva más de 50 años haciendo artesanalmente sus gélidas mezclas con deliciosos resultados. No en vano, no sólo está mencionada varias veces en mi lista, sino también en las recomendaciones de los blogueros madrileños que recopiló Madrid Diferente. Nos sentimos obligados a refrendar tan deliciosa opción. Calle Santa Engracia, 155 y calle Hortaleza, 48.

Evidentemente, es una lista muy incompleta y realizada con mi propia opinión y la de los lectores que me la dieron generosamente (y de los que pude adivinar a qué se referían). Tenéis abiertos los comentarios para que me sigáis dando sugerencias, ideas, opiniones e incluso especialidades que sean imprescindibles para endulzar el verano.

¡Adelante! ¿Cuál es vuestra heladería favorita de Madrid?

*Todas las fotos son de las webs de las heladerías mencionadas.