Restaurante Pomerania, cocina fusión y ambiente nórdico
Para ser el pequeño de cuatro hermanos y no quedarte al final de la fila, tienes que sacar una buena personalidad y mucho encanto. Sorprender, seducir, divertir, llevarte a la gente a tu terreno. Eso es lo que pretende y consigue el restaurante Pomerania, el último vástago de la familia perruna RanTanPlan, un grupo gastronómico capitaneado por el chef César Galán que ya cuenta con una historia de éxito en Madrid con sus otros perritos Teckel, Chow Chow y Pointer. El restaurante Pomerania es espectacular a la vista e inolvidable al estómago, con una carta mediterránea con guiños peruanos que no deja indiferente. Y la noche también tiene un hueco entre sus mesas, con luces de ambiente y copas de calidad.
Un pomerania es un perrito pequeño, bolita de pelo con mucho carácter, propio de ambientes refinados. Es juguetón, cariñoso pero con las cosas claras y el ladrido fácil. El restaurante Pomerania tiene esa exquisitez en el aspecto, con una decoración obra de María Villalón que juega con lo más elegante del estilo nórdico. La decoradora ha creado «un diseño muy contemporáneo, fusión de vanguardia y sencillez, con un estilo continuo y equilibrado marcado por líneas puras y geométricas», cuentan desde el grupo. Eso sí, contaba con la materia prima del local que antes ocupó el Café Saigón, un espacio de techos altos y mucha cristalera con capacidad para unas 200 personas. La luminosidad de los ventanales se potencia con espejos e interconectando espacios, de modo que todo recibe luz natural y la calidez la aportan las preciosas lámparas. Villalón le ha dado la vuelta al Saigón jugando con las maderas y los materiales naturales en tonos tierra, grises y arena. El verde de las plantas le dan contraste y armonía, para que la experiencia sea impactante pero relajante.
¿Qué comer en el restaurante Pomerania?
Y debajo de su pelaje encantador, Pomerania muestra una carta con caracter, de sabores y materias primas mediterráneas pero con guiños que dan saltos más allá del Atlántico. Si Teckel era la reinvención de la cocina de la abuela, Pointer, el internacional y Chow Chow combinaba sabores japoneses con asiáticos, Pomerania opta por una cocina de autor elaborada por el chef Gonzalo Menéndez, que mantiene las influencias claras peruanas que definen su cocina. Eso sí, no se olvida de sus exitosos hermanos y por eso, introduce platos de sus cartas, como la lubina a la sal de Pointer; los flamenquines de calabaza de Teckel; o los langostinos tigre en tempura con salsa de chiles coreanos de Chow-Chow.
La carta se compone de entrantes calientes en donde me encantaron las Alitas Black Pepper o las zamburiñas a la brasa con salsa de chiles coreanos acabada con soplete en la mesa (ver Instagram), entrantes fríos, como la inusual ensaladilla Pomerania, con carpaccio de carabinero, esencia de gamba, whisky, curry rojo o ikura de salmón; tiradito de vieiras y apionabo, o los tacos de cochinillo balinés con manzana verde (superricos).
Y no paseis por alto las croquetas. Las de jamón que no falten pero tienen otras de guiso de carrillera y curry espectaculares. Entre los pescados, muy suave y ligero el sapito a la menniere trufada y como carne, el solomillo not Wellington, sin hojaldre. La gente (y nosotros) le hace la ola a la tarta de queso, porque merece la pena la peregrinación solo por ella pero si prefieres algo más ligero, elige la fruta de temporada con sopa de clorofila, de cuyo coste se dedica 1 euro a la Fundación Aladina, con el fin de ayudar a los niños en la lucha contra el cáncer.

Restaurante Pomerania
Restaurantes como estos hay que tener en la recámara. Para una cena con amigos que se alarga, para un momento de pareja o incluso, para impresionar a unos clientes. No hay que dejarlo pasar.
Los datos. Restaurante Pomerania Madrid. Calle María de Molina, 4. Reservas: 910 884 550. Precio medio: 35€. Horario:Domingo a Miércoles 11:00h – 01:00h. Jueves a Sábado 11:00h – 02:00h. www.pomeraniamadrid.com.
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