Cafetería Magasand, donde la calidad no riñe con la rapidez (ni con la lectura)
«Tengo 10 minutos para comer». «Espera, que cojo algo para comer por el camino y voy». «Me comería una ensalada rapidito, que el fin de semana ha sido duro». «Hoy me toca comer delante del ordenador, voy a ver si me pillo un sandwich». ¿Te suena alguna de estas frases? Porque a mí si. Los pilares de mi mala alimentación se resumen básicamente en esas frases y en las máquinas expendedoras. Suerte que llegó la cafetería Magasand (la tengo debajo de casa) y puso a disposición de Madrid su carta de ensaladas, sandwiches, cremas y crepes sanos y saludables.
Ingredientes de calidad para preparaciones muy sencillas, de las de pedir-pagar-comer en 10 minutos, en espacios apacibles, con buena música y una selección de las mejores revistas del mundo de arte, decoración, moda, música o tendencias. Nada de fast food que colapsa tus arterias en sitios ruidosos y sucios. Aquí se viene a comer rápido, sí pero sano y de calidad.
La primera vez que fui a Nueva York me gustó todo. Para que negarlo. Pero me llamaron la atención un tipo de cafeterías o despachos de comida en los que podías comer rápido un buen sandwich (y no uno lleno se salsurria de esos de máquina, puaj) o elegir tú los ingredientes de tu ensalada, que llegaban al minuto a un cuenco estupendo. Yo era una periodista novata, sin tiempo ni dinero y semejantes escaparates me resultaron gloriosos. Y soy una loca de los desayunos con buen pan y bizcochos deliciosos así que era todo perfecto allí. Pero no aquí.
Los propietarios de Magasand, los hermanos Cavero, detectaron la misma necesidad en Madrid que sentía yo y crearon las cafeterías. «En su momento, nos pareció más que una oportunidad, una urgencia que existiera en Madrid un sitio donde comer sano pero con sabor e ingredientes de máxima calidad en un formato informal y rápido. Todo esto en un espacio funcional y acogedor que huyera de las modas del momento», me explica Mariano Cavero, el único de los cuatro hermanos que trabaja diariamente en Magasand.
Y en medio de la crisis, nació Magasand, un concepto neoyorquino para mí pero de inspiración francesa. «Magasand surge de la combinación de magazines y sandwiches y suena como La Tienda en francés. Eso queríamos, un espacio para consumir, leer y comprar revistas» explica Mariano. La fórmula triunfó, «con mucho esfuerzo y cariño» y gracias a la ola del healty food que levantó al mundo. Y sobre ella se subió Magasand.
En Magasand, destacan sus populares sándwiches,como el nomanches de pollo y el pavito o los bagels. También despuntan las ensaladas, cremas y sus riquísimas crepelettes, unas tortillas u omelettes en forma de crepes hechas solo con huevo. En estos 10 años también han incluido novedades. Pensando en aquellos que buscan un bocado rápido sano y de calidad, Magasand ha creado sus menú-do-día que consisten en dos platos a elegir entre crema, ensalada de legumbres, pasta, un plato fuerte vegetariano y un sándwich o piadina.
Su última incorporación es la carta de Desayunazos, lo que constituye lo mejor de Magasand para mí (además del café con revistas). Han creado originales opciones como el Sarah Jessica’s Breakfast con el neoyorquino bagel como protagonista, el pelé-bowl de açai que llega desde Brasil con frutos rojos, plátano y granola casera o los eco bowl (a mi bola), que incluyen cinco opciones de base, seis de cereal y un topping a elegir entre muchos, todos 100% ecológicos. En definitiva, royal breakfasts, fórmulas, tostados, sweet bols o eco bowls para desayunar cada día de una manera diferente y sana. «Queremos darle mayor importancia al desayuno, que siempre ha sido el más castigado por la prisa. Hemos desarrollado una carta de desayunos sanos, ricos y nutritivos. Están hechos al momento delante del cliente a base de ingredientes ecológicos (siempre que sea posible) acompañados con açai, nuestra riquísima granola casera, zumos mezclados con súper alimentos, diferentes panes con aguacate, huevos, quínoa, salmón…» detalla Mariano. Son tan completos que se podría decir que puedes hacer brunch cada día.
En Madrid, hay cuatro locales Magasand: Columela, Delicias, Salesas y el deli del Mercado de la Paz. Aunque todos están decorados con la misma estética por Ventura Estudio y todos tienen la misma carta, «cada local es especial y tiene su personalidad», asegura el dueño. «Los cuatro locales son espacios que ya tenían algo especial. Uno fue una cochera de principios del siglo XIX y el local de Delicias era un antiguo almacén de tabaco con 8 metros de altura. El último que hemos abierto es un auténtico puesto en el mercado de la Paz», explica. Toda la decoración tiene un uso práctico y un estilo reconocible. Además, todos tienen un aire apacible pero acogedor, perfecto para ir solo con el ordenador, en grupo a trabajar o a charlar o en familia, con los niños, a merendar algo delicioso.
«Magasand es algo más que un restaurante para comer o cenar. Es un sitio donde se trabaja tranquilo, se tiene una reunión o hasta una entrevista de trabajo. Es un sitio que no falla a cualquier hora del día para tomar alguno de los sándwiches con fama de ser los mejores de Madrid, o para fabricarse una ensalada “amibola” eligiendo ingredientes. También es el lugar ideal para disfrutar unos cocteles hechos a base de fruta fresca escuchando buena música y ojeando la selección de revistas tan difíciles de conseguir», afirma. De hecho, en Magasand pasan muchas cosas. «Tenemos clientes que han escrito un guión de una película en la parte de arriba de Salesas y hasta unos chicos que empezaron su startup en Magasand hasta que consiguieron para una oficina. Fiestas de cumpleaños, exposiciones de arte, presentaciones de marcas, talleres de cocina para niños o crudivegana… Muchas cosas», cuenta Mariano.
¿Qué cosas pueden pasarte a tí en Magasand?
Los datos. Magasand. Calle Columela, 4. Calle Tomás Bretón, 54. Travesía de San Mateo, 16. Mercado de la Paz. Precio medio: 15€. Horario: de 9h a 22h menos Delicias que cierra a las 18h. Más información en su web.
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