Bbig Delice, mi tienda secreta de viandas deliciosas

Bbig Delice, mi tienda secreta de viandas deliciosas

Lo que comparto con vosotros hoy es uno de mis mayores secretos. La panadería Bbig Delice se instaló en una callecita de mi barrio y discretamente, abrió la caja de las delicias. Con la excusa de traer buen pan a la zona, fueron llenando su rincón de tesoros con forma de comida. Las alacenas, las mesas vintage están llenas de alimentos seleccionados (y probados) de pequeños artesanos y productores.

Quesos, mermeladas, cervezas artesanales, conservas, vino o vermú, arroz, pasta, aceite, embutidos e incluso verduras de la huerta o huevos ecológicos. Al más puro estilo ultramarinos de toda la vida pero adaptado a los gustos y necesidades del siglo XXI. Y con unos bizcochos de masa madre hechos por ellas para estar desayunando y merendando todo el rato. 

Isabel y Brigitte (BB+IG Delice) empezaron a hacer sus propios bizcochos por consejo de su endocrino. Sus conocidos empezaron a comprarlos, cada vez hacían más recetas y más variadas y cuando sus circunstancias laborales cambiaron, decidieron arriesgarse y abrir la panadería. Con el pan y los bizcochos, llegaron las empanadas, las croquetas, los croissants, los roscones de reyes, todos hechos por ellas y con lista de espera en el barrio. Pero la tienda en realidad no es solo masas sino que la proporción dulce-salado se equilibra con todas estas viandas que traen desde distintos puntos de España, a donde viajan para probarlos y conocer a sus fabricantes. 

«Elegimos calidad pero con un coste asequible. Tenemos que adecuarnos a nuestro público», me cuenta Isabel. Como ejemplo, me explica que han probado «hasta 10 marcas de sardinillas antes de dar con las elegidas». Siempre tienen alguna anécdota que contar de un productor porque los conocen a todos personalmente, casi tan bien como a sus clientes. Porque como bien dice Isabel, «no despachamos sandwiches, te asesoramos sobre lo que te puede gustar, te recomendamos y aconsejamos», afirma.

En el escaparate de la nevera que compone el mostrador, asoman comidas preparadas de calidad, yogures de la sierra de Madrid, gazpachos y embutidos. También traen leche fresca semanalmente por encargo.

En una esquina del chiscón, hay un banco corrido, dos mesitas y un par de sillas para tomar un café tranquilamente, una ensalada, un sandwich o un desayuno diferente. Sin embargo, esta mesa no daba abasto para todos los que se acercaban interesados en esconderse entre tantas cosas ricas y probar algo. Así que, como a estas chicas no les falta energía, Bbig Delice ahora ofrece también sus viandas en la cafetería de la vuelta de la esquina, Bbig Delice Café.

Brigitte e Isabel confían en las posibilidades del barrio de Arganzuela. «El eje Matadero-Motores está dando mucho movimiento y la gente de aquí, las familias jóvenes, no están acostumbradas a un trato personalizado. Les gusta y lo buscan», me cuenta. Entre esas familias jóvenes, podéis poner a la mía, que compramos pan, leche y bizcocho prácticamente todas las semanas, además de antojos varios de vez en cuando para cumpleaños, fiestas y compromisos. Solo me queda probar el roscón pero yo se que Isabel me lo tiene guardado este año. No sabéis el regalo que os hago compartiendo esta dirección con vosotros. Por favor, no se me amontonen en la puerta.

Los datos. Bbig Delice. Calle Batalla de Belchite, 12. 917 86 42 13. Horario: de lunes a viernes, de 8:00 a 20h. Sábados, de 9 a 14h y domingos, cerrado. Más información en su web.

*Fotos: Álvaro de la Fuente