Un sábado para Manu y Paula
-«Pues estuve por llamaros el otro día, que iba a ir con Paula a comer por tu barrio»- me dice Manu el martes, a medio día – «Pero al final, fuimos más tarde a las 6 o las 7, creo»

Arrrggg!!
-«Me podéis llamar igualmente, si estamos, bajamos a la calle»- digo yo, tan pancha, sin pensar en la logística que requiere Guille. Me lo pongo bajo el brazo y ¡hop! a la calle, no sería la primera vez.- «Y si no, también me podéis llamar si queréis alguna idea»- digo de nuevo yo, toda chula.
-«¡Ah, claro!»- me dice Manu- «Si para eso tienes el blog. Ya le echaré un vistazo este fin de semana a ver qué se me ocurre»
Y a mí se me congela la sonrisa en la cara. Allí¡ estaba yo, haciendo de prescriptora del ocio en el barrio y sin escribir ni media línea al respecto de lo que pasa! Vale que mi idea no es ser un agregador de recursos en plan: «Este bar mola mucho» pero creo que puedo hacer cosas de más utilidad. Y allá que vamos.
Condiciones: Manu tiene 29 años, es de Barcelona y es periodista. Como Paula, también periodista, pero ella es de Madrid y tiene 27 años. Como Manu es colaborador, no queremos hacerle un agujero en el bolsillo (ni a él ni a nadie). Un sábado entero callejeando por el barrio.
Recorrido: Mi primera sugerencia es que vayan a COMER al Bombay Palace. Siendo Lavapiés un barrio multicultural como es, está muy poblado de restaurantes indios, sobre todo en la calle Lavapiés.

El Bombay Palace
Sin embargo, mi preferido está en la calle Ave María, 26 y 18. Ambos son de los mismos dueños y se diferencian en que uno tiene el cartel rojo y otro azul. Yo he ido al de más arriba, al del cartel rojo y me gustó mucho. De los más auténticos del barrio y a buen precio. Tiene terraza en la calle y mesas agradables dentro.
Después de comer, recomiendo ir a tomar CAFÉ y lo que apetezca al Café Barbieri. (Calle Ave María, 45) Este café desconchado, lleno de columnas y de espejos, de techos infinitos y mesas de marmol, como en La Colmena de Cela, es de los lugares más curiosos del barrio. A mi me gusta especialmente, aunque no es muy cómodo ni muy moderno pero la música es agradable, suave, tienen cafés, tartas y cócteles y me recuerda a mi familia. En él, celebró mi madre su Primera Comunión invitando a nuestra corta familia madrileña a un chocolate con churros, como se hacía antes de que las primeras comuniones parecieran bodas de infantes. Las mesas me recuerdan a la máquina de coser de mi abuela y la luz amarilla que se filtra por los cristales me atrapa. Me gustan las cafeterías en las que me puedo sentar a inventarme la vida de los que están a mi alrededor, las cafeterías en las que se escriben novelas sin necesidad de llamarse Starbucks.

Cedric Von TurtelBoom-BlankPaper
¿Y si ahora PASEAMOS? Si mi pareja se atreve a subir un poco la cuesta de nuevo y les gusta la fotografía, pueden acercarse a la escuela de fotografía Blank Paper (Calle de la Nao, 4) que han inaugurado una exposición de uno de sus fotógrafos emergentes, Cedric Von Turtelboom (gratis).
También, en La Casa Encendida (Ronda de Valencia, 2) está el Festival Play 2012 de cine en directo (5€) o la exposición Un paisaje holandés (gratis).
Se pueden acercar a la exposición de Gervasio Sánchez ( Calle Embajadores, 53. Gratis.Veréis como alguno no va al final) o sacar entradas para alguna obra de teatro o concierto nocturno en La Escalera de Jacob (C/Lavapiés, 11. Ponen mil cosas, mejor consultar la programación o mirar en Atrápalo)
Y si lo que apetece es ir de COMPRAS, en La Buga del Lobo (C/ Argumosa, 11) hay un mercadillo liquidación de Mamah África

Casa de Asturias
¿Quedan ganas de CENAR? Si aún apetece picotear algo, en la Casa de Asturias (C/ Argumosa, 4) hacen unas patatas al cabrales deliciosas. Es un sitio rico, rico y con variedad de cosas, buena materia prima. O si es algo más ligero, el Granero de Lavapiés (C/Argumosa, 8 )es un restaurante vegetariano muy baratito. Aquí no he comido, lo reconozco pero siempre está lleno.
Y para terminar el día CON UNAS COPAS, como Manu es más bien rockero, propongo unos tercios en Las Hijas de Abel (C/ Sombrerería, 3) Música de Platero, Extremoduro, Reincidentes y situaciones de lo más bizarro, este bar me ha dado para más de una y de mil anécdotas. Y los dueños son rockeros de los impenitentes.
Pero si apetece algo más tranquilo y más propicio a la conversación, el Aguardiente (c/ de la Fe) es de los que yo llamo «bares para arreglar el mundo». Al fondo, tienen el cartel del metro de Lavapiés. Llegamos a la última estación. Espero que estos chicos se vayan a casa con la sensación de que les ha cundido el día.
Esta es mi primera experiencia haciendo una ruta. Quiero que sean muchas más, al menos una a la semana. Yo me puedo inventar a los personajes protagonistas o podéis pedirme que os haga una de encargo. No cobramos nada, sólo unos comentarios sobre si os ha gustado o no para poder mejorar aún más. Podemos pensar en cuadrillas, parejas más mayores, familias, lo que queráis. Proponed.
noemi@megustamibarrio.es
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